El emblemático anillo |
Sonic será el encargado de inaugurar la sección de reviews de Fortificación de Juegos. Es uno de esos
juegos en los que no se puede discutir su condición de clásico, ya que el paso
de los años no le ha hecho perder ni un ápice de su calidad. En Mega Drive tuvo
cuatro entregas (cinco si contamos Sonic 3D), pero el primero, como casi
siempre pasa, tiene ese “no se qué” que lo hace único.
Curiosamente, la saga de Sonic se inició con la necesidad de Sega
de encontrar una mascota tan carismática como lo era Mario para Nintendo. Por
aquel entonces, lo más parecido que tenía Sega, en este sentido, era Alex Kidd,
pero no era suficiente, así que acabó creándose este simpático erizo. Además, no
pudo tener mejor inicio en el mundo de los videojuegos, y ahora veremos el
porqué.
¿Qué tenía Sonic de Mega Drive? – Buenos gráficos: los niveles
eran detallados, coloristas y bonitos. Los personajes estaban bien diseñados, y
las animaciones de Sonic son realmente buenas (mención aparte el detalle de
cuando está a punto de caerse). Asimismo, cuando Sonic golpeaba un enemigo,
éste explotaba liberando uno de los animalillos que Robotnik había secuestrado.
– Buena música: ¿quién no recuerda la canción de la primera
pantalla? Sus melodías son realmente pegadizas y combinan muy bien con la
acción desenfadada del juego. Y ¿qué decir del resto de sus míticos efectos de
sonido? Podían ser algo simples, y más ahora, pero a nadie le suele desagradar
el característico sonido de Sonic al saltar o al coger anillos.
– Buena jugabilidad: el manejo del personaje es sencillo y
responde muy bien. Un solo botón de acción para saltar es suficiente, ya que
con pulsar abajo, mientras corres, se hace el Spin Attack. Dos únicos movimientos y un sinfín de posibilidades
para llevarlos a cabo con la precisión que cada situación requiera. Lo mejor es
que sea el propio juego el que disponga los retos.
– Buena duración: Es un juego muy largo, 7 mundos con sus
correspondientes pantallas cada uno de ellos. Como no se podía guardar partida
(antes no era tan común como ahora), es el típico juego que te puede servir
para echar toda una tarde. Algo característico de los plataformas de los años
90. Además, en este caso está el añadido de intentar acabarlo consiguiendo
todas las esmeraldas.
En conclusión, un juego que sirvió a Mega Drive para vender muchas
unidades, y que supuso un salto de calidad incuestionable frente a las consolas
de 8 bits del momento. Aun así, Sonic también decidió lanzar este juego para
Master System y Game Gear, pero no como una conversión, sino como un juego
distinto. Así que, cuando te pasas el Sonic de Mega Drive, siempre se puede
probar el de Master System.
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